CATALINA & DIEGO
Catalina una arquitecta y Diego un diseñador fabuloso, lo conozco hace años (cuando ejercí mi carrera de publicista) un hombre brillante, los dos unos artistas, adorados, con buen gusto.
Cuando nos sentamos a entender muy bien lo que querían, ellos ya tenían una presentación que habían venido armando mientras soñaban con ese gran día. A medida que avanzaban y nos contaban cada uno de los detalles, nosotros con ese tacto que tenemos y la capacidad de entender a los clientes descubrimos el concepto que querían transmitir, Catalina abrió sus ojos mirándonos sorprendida, cuando pronunciamos que toda la inspiración venia de una serie, y creo que fue ese instante en el que nuestra relación se consolidó y continuamos dándole forma hasta lograr el resultado que encantó.
Toda la gráfica sin duda la realizo Diego, eran unas ilustraciones de hojas y detalles absolutamente divinos. Hizo las invitaciones y nosotros le ayudamos pintando unas hojas de dorado: el detalle que fue pegado para sellarlas.
Nuestra locación sería el Club Guaymaral, un lugar al que hace poco le hicieron unas remodelaciones, quedando su salón principal ideal para este tipo de celebraciones, adicional se le debe sumar y no olvidar su buen campo de golf que sin duda sería el espacio para tomar unas increíbles fotos de ellos dos.
Eran las 4:00 de la tarde, momento en el que se inicia la ceremonia. Catalina más que linda, entraba del brazo de su mamá una mujer muy afectuosa y agradecida, caminaban por una alfombra roja y ramitos de florales blancas con velos que le hacían una calle de honor. En el altar la esperaba Diego, su mamá y papá un hombre al que también tengo la fortuna de conocer y trabajar con él en mi momento de agencia de publicidad. De fondo unas enredaderas de hojas doradas con luces que se encendieron cuando se estaba oscureciendo, y algunos troncos con terrarios que formamos en frascos de vidrios con musgo y animales salvajes pintados de dorado.
Al salir de la iglesia, los esperaba un carrito de golf con una guirnalda y un león dorado que acompaño su trayecto al campo de golf donde inmortalizaron la felicidad que sentían en este momento.
En el salón las mesas con manteles blancos, decoradas con arreglos de verdes vivos, flores blancas y velas que hacían el espacio mucho más cálido y romántico. Un animalito pintado de dorado quien cargaba en su lomo la tarjeta diseñada por Diego con el nombre de cada invitado, el identificador de mesa igual diseñado por Diego en una piña grande dándonos esa sensación de tener una parte de un bosque y una cortina de enredaderas doradas en medio del salón hacían de este espacio la mezcla perfecta de lo orgánico y mágico. Cada elemento fue seleccionado y diseñado para componer un espacio bien equilibrado, limpio, elegante y moderno.
La fiesta sin duda fue fantástica, el encargado de hacer que todos bailaran, que se quitarán sus zapatos fue Nicolás Molina, un dj que tenía todo el estilo y gusto de música de Catalina y Diego. Claramente se montaron a la tarima, no solo novios si no invitados, no querían parar.
La hora loca fue pensada en honor a la fiesta que les gusta a los novios, elementos fluorescentes que hacían que cada vez se prendiera más esta fiesta.
Un pareja que tomo nuestros corazones por asalto, a la que damos gracias por haber llegado, por habernos permitido ser parte de este día, por cada recomendación que hacen de nosotros, infinitas gracias.