NATALIA & FABIÁN
Una pareja que querían una celebración pequeña, son de pocos amigos pero igual no querían dejar pasar esta fecha en vano.
Una de las preguntas que hicimos cuando iniciamos el proceso de levantamiento del brief fueron: ¿cómo fue la propuesta de matrimonio? En ese momento Natalia suspiro y Fabián empezó a contarnos con tanto sentimiento, que entendimos que fue un momento demasiado especial para ellos, por eso lo resaltamos y de este partimos para crear el ambiente que logramos.
El diseño y producción de invitaciones estuvo a cargo de nuestro equipo creativo. Usaron elementos gráficos delicados que después fueron usados para el desarrollo de las otras piezas.
La canción con la que le propusieron matrimonio a Natalia fue “Faltarán” de Andrés Cepeda. Una declaración de amor verdadero donde la primera estrofa es igual de importante a la última. Nos apropiamos de la letra de esta canción haciéndola el hilo conductor de toda la celebración, Natalia quien tiene una habilidad asombrosa con sus manos se dedicó a bordar la letra de la canción en diferentes espacios que le solicitamos.
La ceremonia fue en la iglesia de El Pórtico, en el espaldar de las sillas de los novios colgaban telas con parte de la letra de canción como juramento de ellos ante sus amigos, familia y Dios. Pocas flores, pero las suficientes para que el centro de atención se fuera hacia ellos dos.
Un tambor de bordado fue el elemento que usamos para poner las argollas.
Fotos de los seres que no se encontraban en este día, pero tanto Natalia y Fabian hubiesen querido tenerlos al lado, sorprendieron a los invitados en especial a la mamá de Natalia quien se aferró a esta durante toda la ceremonia.
Las mesas elegantes y atemporales, sencillas pero fantásticas, con arreglos de flores blancas un poco de palo de rosa en medios de verdes y luz. El identificador de mesa con una tarjeta en la que imprimimos parte de la canción que hacia referencia a los amigos era la forma como continuáramos extendiendo y llenando todo el espacio de ese compromiso que adquirían Natalia y Fabián.
No fue casualidad que un perrito en cerámica con sus patas doradas sostuviera la tarjeta de cada mesa, ya que el apellido de Fabián es labrador.
Una fiesta más bien calmada pero no aburrida, donde le dieron más importancia al compartir con sus amigos y familia.
