FIN DE AÑO IGT

IGT una empresa a la que  unos años atrás les habíamos hecho la fiesta de fin de año, nos volvió a llamar para que les ayudáramos con toda la preparación de su fiesta para este año.

Nos sentamos y entendimos cual era la línea y el sentimiento que se quería tener, todo iba dirigido a que los empleados pasaran felices, donde se recargaran de energía para iniciar el próximo año mejor que nunca.

Buscamos la locación, que se adaptará al número de personas, que fuera en línea con el concepto que habíamos planteado y lo más importante que estuviera disponible, El Portico fue el lugar seleccionado.

Iniciamos con las invitaciones, fue una bolsita llena de dulces con una tarjeta donde les dimos los datos para que se fueran reservando, todo hasta ahora expectativa solo nombramos el día, después continuamos dándoles la información con piezas digitales.

El día no pudo ser mejor, un cielo azul nos acompañaba con una brisa suave que corría. Los buses llegaron a las 11:00 a.m., y se dio inicio a nuestra fiesta de pueblo, los encargados de darles la bienvenida era una papayera que tocaban mientras entregamos los tiquetes de comida, trago y una copa  de recordatorio a cada uno. Se podían refrescar en la tienda de cervezas decorada con cintas de colores a las que les colgaban las copas o dirigirse a la mini plaza que hicimos con diferentes tipos de frutas: patilla, naranja, ciruelas, bananos, era explosión de color que los obligaba a coger así fuera un ramito de flores.

Una carrera de burros fue el momento de risas, en medio de angustia para quien fuera elegido a participar, al terminar un grupo de zanqueros con tambores y gaitas fueron los encargados de dirigir a los invitados al salón donde los esperaban unos malabaristas.

La fiesta de pueblo continuaba en el salón, banderines de colores y luces en el techo combinados con arreglos de flores en colores vivos, velas amarillas largas y cortas hacían de este espacio un lugar ideal para continuar la fiesta.   Una chispita con un mensaje sobre cada puesto fue el detalle que saco lagrimas en medio de abrazos, cuando  las encendieron y la gerente dio las palabras que se orientaban a agradecer por el año vivido y fortalecerse para lo que venia.

Comieron delicioso y después llegaron  los meseros como vendedores con unas tienditas que cargaban en sus hombros llena de postres típicos de pueblo: bolas de crispetas con caramelo, manzanas con caramelo, frescas con crema entre otros que dieron el punto de energía para continuar la fiesta.

Rompieron piñatas que contenían elementos mexicanos y en ese instante ingreso el grupo de mariachis experto en horas locas quien los puso a bailar y zapatear, mientras otros se dedicaban canciones.

Una fiesta con una dosis exagerada de felicidad, donde lo que quedo claro fue que pasaron absolutamente felices y se llevaron el mensaje que el 2019 será el gran año para la compañía.